La
técnica
del
dorado
se
utiliza
en
el
arte
del
icono
y
los
retablos.
El
uso
de
pan
de
oro
y
plata,
de
forma
cuadrada
(de
8x8cm)
para
cubrir
y
enriquecer
superficies
es
muy
antiguo.
Existen
2
procedimientos
para
dorar:
a
la
sisa
o
al
agua.
El
dorado
a
la
sisa
se
puede
aplicar
encima
de
cualquier
superficie.
Primero
se
impermeabiliza
la
base
con
algún
barniz
como
la
goma
laca.
Después
se
le
aplica
una
capa
de
"mixtión"
que
seca
al
cabo
de
unas
horas
por
contacto
con
el
aire.
Antes
de
que
seque,
en
el
punto
justo
de
mordiente
se
le
aplica
el
pan
de
oro
o
de
plata.
Antes
de
que
seque
se
frota
con
un
algodón
ayudados
de
un
papel.
Una
vez
seco
se
barniza
con
goma
laca
rebajada.
El
dorado
al
agua
necesita
una
preparación
de
la
base
similar
a
la
del
temple
al
huevo
evitando
lo
más
posible
que
se
engrase.
Una
vez
preparada
la
superficie
y
frotada
con
papel
de
lija
muy
fino
se
le
da
una
capa
de
temple
muy
floja
y
a
continuación
el
bolo
amarillo
(2
capas)
y
el
bolo
rojizo
si
es
para
dorar
o
gris
si
es
para
platear.
Una
vez
aplicado
se
frota
con
un
pincel
de
pelo
duro
y
corto
y
se
aplica
el
pan
de
oro
o
la
plata
con
la
superficie
previamente
húmeda
y
con
la
ayuda
del
aplacador
para
que
se
extienda
bien.
Este
sistema
de
dorado,
al
contrario
del
anterior
precisa
un
clima
lo
más
húmedo
posible.
Pasadas
unas
horas
se
bruñe
con
una
piedra
de
ágata
y
después
se
barniza
con
laca
zapón.