Un
gran
mural
al
fresco
convierte
la
casa
Rosés
en
un
edificio
singular.
Sobre
un
plano
que
se
pliega
en
cuatro,
se
extiende
una
superficie
pictórica
cálida,
rica,
evocadora
y
contundente.
"Sobre
un
fons
d’espigues
d’or
enarbolem
una
Senyera..".
Las
barandas
de
los
balcones
están
decorados
con
unas
secuencias
caligráficas
de
diversa
inspiración.