Observando
más
detenidamente
este
mural
observamos
los
elementos
que
configuraban
las
fachadas
de
la
sociedad
de
finales
del
siglo
XIX
.-
El
interés
por
las
tradiciones.
En
el
balcón
principal,
la
planta
noble
de
la
casa,
desfilan
las
personalidades
que
de
una
u
otra
manera
simbolizan
las
tradiciones
y
el
orgullo
festivo
de
la
ciudad.
De
izquierda
a
derecha
vemos
los
nobles,
el
capitán
con
su
vara
con
cintas
de
colores
como
símbolo
de
autoridad,
el
médico
y
su
esposa
y
el
arlequín.
Son
lo
que
podríamos
llamar
las
"fuerzas
vivas"
de
una
sociedad.
.-
En
esta
obra
vemos
también
la
imagen
de
la
primavera.
La
profusión
de
plantas
y
de
flores
en
todos
los
balcones,
puertas
abiertas
y
persianas
bajadas.
Ha
pasado
ya
la
Semana
Santa
y
en
la
casa
han
colgado
la
tradicional
palma
en
el
balcón.
.-
Los
balcones
están
abiertos
como
es
propio
de
las
ciudades
mediterráneas
donde
se
vive
de
puertas
a
la
calle.
.-
La
jaula
del
pájaro
está
abierta
como
símbolo
de
libertad.
.-
El
pintor,
que
vemos
en
un
autorretrato
pintando
en
el
balcón,
mirando
a
aquellos
que
contemplan
su
obra,
con
su
esposa
regando
las
plantas
y
además
con
su
taller
que
le
permite
introducir
la
firma
en
su
obra.
Al
lado,
a
finales
del
XIX
estaba
el
animal,
en
este
caso
el
caballo,
lugar
donde
todos
los
turistas
espontáneamente
se
hacen
su
fotografía.
Esta
fachada
se
ha
integrado
tanto
en
el
barrio
que
otras
ventanas
ciegas
de
otras
fachadas
han
sido
pintadas
también
por
el
mismo
autor
siendo
curioso
ver
como
la
observan
una
abuela
o
un
bebé.
Esta
fachada,
total
y
únicamente
pintada
con
el
trampantojo
ha
llegado
a
formar
parte
del
tipismo
de
la
ciudad
figurando
ya
en
diversas
guías
de
viaje
como
curiosidades
que
el
viajero
no
puede
ignorar.
Bibliografía
Joan
Maria
Pujals:
CATALÒNIA
Lunwerg
Editores
SA
1995
pp.200.
Damien
Simonis:
BARCELONA
Lonely
Planet
Publications.
London.
Pp.192
Guias
Visules
de
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CATALUNYA
Printer
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2000
pp336